La felicidad depende tanto de una SONRISA que se hace necesario que aprendamos a SONREÍR.
La sonrisa es el descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y el mejor antídoto contra las enfermedades: Decepciones, preocupaciones y desánimos.
Pero no puede ser comprada, pedida o prestada, ni robada; porque es algo que no rinde beneficio a nadie, a menos que sea brindada espontáneamente, gratuitamente y desinteresadamente.
domingo, agosto 28, 2005
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